Las diabetes tipo 1 y tipo 2 son condiciones de salud que requieren atención diaria, especialmente en la niñez y adolescencia. Para los estudiantes, cada día en la escuela implica más que libros y libretas: también llevan una “mochila invisible” llena de sus cuidados médicos. Reconocer esta realidad es esencial para que nuestros niños y jóvenes no se sientan solos en el proceso y proteger sus vidas.

La Ley 199-2015 de Puerto Rico establece el derecho de los estudiantes con diabetes a recibir los apoyos necesarios dentro de su escuela, ya sea pública o privada. Esto incluye la participación de maestros, enfermeros escolares, consejeros y personal administrativo, quienes deben estar capacitados para atender emergencias y apoyar en el manejo diario de la enfermedad. Cuando todos los adultos que rodean a un estudiante con diabetes trabajan en equipo, se crea una red de confianza y seguridad.

El rol de los padres también es fundamental. Ellos conocen mejor que nadie las rutinas de cuidado de sus hijos y, al compartir esta información con la escuela, fortalecen la colaboración entre todos.

Trabajar unidos significa llevar juntos esa mochila invisible. Desde revisar la glucosa antes de un examen hasta estar preparados en caso de hipoglucemia, ¡cada acción cuenta! Aprende más y prepara tu escuela para la diabetes descargando las guías y folletos de la Fundación Pediátrica de Diabetes en Puerto Rico.

En Puerto Rico, la incidencia de diabetes tipo 1 y tipo 2 en la población pediátrica ha mostrado un aumento preocupante en los últimos años. Hoy, conocemos esta información gracias al primer estudio de este tipo en Puerto Rico trabajado por el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico (IEPR) en conjunto con la Fundación Pediátrica de Diabetes en Puerto Rico (FPDPR). El mismo revela que la diabetes tipo 1 está apareciendo con mayor frecuencia en niños y adolescentes: “la tasa de incidencia presenta una tendencia de aumento de 1% anual. En el año más reciente disponible, año 2022, la tasa de incidencia fue de 34.2 casos nuevos por cada 100,000 personas entre 0 a 18 años.” Además, la FPDPR y el IEPR crearon la primera plataforma de diabetes pediátrica tipo 1, logrando un gran avance en mantenernos en alerta con los casos de diabetes de nuestros jóvenes. Por otro lado, el estilo de vida moderno ha incrementado los factores de riesgo de la diabetes tipo 2 en jóvenes, como la obesidad, la mala alimentación y la falta de actividad física.

Esta realidad convierte a la escuela en un espacio crítico de cuidado y prevención. Los estudiantes con diabetes no solo necesitan cumplir con su rutina académica, sino también con revisiones constantes de glucosa, administración de insulina y planes alimenticios específicos. La Ley 199-2015 exige que las instituciones educativas de Puerto Rico estén preparadas para ofrecer apoyo y actuar en situaciones de emergencia relacionadas con la enfermedad.

El impacto de la diabetes va más allá de la salud física: puede afectar la concentración, el rendimiento académico y la autoestima de los niños si no cuentan con los recursos adecuados. Por eso es vital que padres, maestros y personal escolar sepan cómo responder y reconozcan los síntomas de alerta, entre ellos: fatiga, sed excesiva o cambios repentinos en el comportamiento.

¡La prevención y la educación son nuestras mejores herramientas! Al ofrecer espacios seguros, protocolos claros y empatía, protegemos a quienes llevan la mochila invisible de la diabetes. ¡No los dejemos solos! Prepara tu escuela para la diabetes descargando guías educativas y/o haz donativos visitando el portal de la Fundación Pediátrica de Diabetes en Puerto Rico.